6ª Crónica - Imágenes y Lore

FALKERE (Falk’) REDORAN


Habitante del occidente de Styria, en la Isla del Poniente (como aun no tiene nombre, la de la izquierda) ; perteneciente a una comunidad organizada de humanos y semielfos con costumbres paralelas, denominados en general “albiones”. Reciben este nombre por su región originaria, hacia el centro-oeste de la gran isla, de grandes montañas rocosas y de vegetación caduca, de la que salienta la montaña Albán.

La tierra y la roca formaron parte de Falk durante toda su vida. Desde pequeño, le gustaba alejarse en las celebraciones albionas hacia los picos más altos de sus montañas, escalando los riscos e interesándose enormemente por la materia, lo que forma todo lo que le rodeaba.

Ya adolescente, bajó una temporada con su familia al valle en otoño para celebrar su “comunión con la tierra”. Tras disponerle de lo suficiente para sobrevivir, dedicó 2 semanas a la supervivencia y a la reflexión, dando buenos resultados, y regresando a su aldea, construida en la ladera de Albán, con alguna que otra cicatriz, lleno de ideas y listo para empezar su madurez. La matriarca le otorgó un collar de rocas de la profundidad de la montaña, de poco valor material, pero con un gran sentido religioso en su pueblo. A mayores, dos símbolos circulares fueron grabados en su frente; los símbolos de “tierra” en albionés, ya casi desplazado por la presencia de pueblos del exterior, a los que se había acogido bien pese a todo.

Pasados los años, y tras serle dado el honor de pertenecer al Círculo de la aldea, se convirtió en un excelente luchador y un prometedor adepto, siendo asimismo iniciado en el arte de los minerales y la prospección, paralelamente al trabajo de los mismos.

Tras la dominación extranjera (relacionada en gran medida con las guerras Triángulo y Ciudades), pasó mucho tiempo como mano de obra en las minas del valle, hasta que tras otros tantos años se consiguió retomar gran parte del territorio, uniéndose a la resistencia; aunque la influencia extranjera se negó a darle libertad absoluta al pueblo del Albán, estando aún bajo el yugo de uno de los Reinos Humanos del este.

Los últimos años los ha pasado organizando resistencia contra dicho Reino, dando una importancia menor al conflicto continental, dada su unión con sus compañeros, al tiempo que viajaba por el continente Styria, para ampliar su conocimiento de la situación. Y, actualmente, se encuentra viajando por diversas ciudades y pueblos de la Isla del Poniente, ciertamente desesperado por todos los problemas que asolan la tierra (no la Tierra).

Sólo un apunte:

1 mago de tierra
1 mago de fuego
Mago arcano

lolololol ¿Los que faltan van a ser también magos? XD

xD Nah, en egneral por ahora vamos bastante equilibrados.
1 mago de fuego
1 adepto de tierra, con pelea melee.
Solo tengo magia arcana, mi ficha es full fisico.

jaja buen apunte fer uno que no mira solo por el mismo...
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ESQUIROOOOL ajajajaj

Pequeño inciso: la última imagen... ¿es un medabot?
PD: Joder, esto promete XD Sólo falta la bizarrada de mera.

mmm ya os aviso que la mecánica del combate va a cambiar... e insisto en que ya no será indispensable ponerse 3-4-3 en físicos y 4-4 en pelea y esquivar, pero como vosotros veáis xD Así mismo creo que le daré algo más de peso a las habilidades sociales y tal... xD y Astucia pasará también a ser importante, siendo entendida como "Reflejos"... avisados estáis

respuesta a alvaro: mera se hara un MINIMEDABOT

me la paso alex, pero mañana llevo más

Los adeptos ya no existen, estoy pensando; sólo quedarian magos y caballeros elementales (?) ya que los adeptos son como magos ... ¿no?

Adeptos----->Magia elemental (x2 ramas)
Magos----->Magia (x2 ramas, una de ellas puede ser de magia elemental)
Hechiceros------>Hechicería (x1 rama más una rama de magia o magia elemental)

Los adeptos si que existen xD.

Wut? Entonces el x1 de hechiceria + 1 es x2 ramas solo que pudiendo ser elemental. Vease que son magos. Que liada... :@

a ver:

Adeptos: 2 ramas de magia elemental
Magos: 2 ramas, una de ellas pudiendo ser elemental
Hechiceros: 2 ramas, pero sólo una puede ser de hechicería, la otra debe ser de magia o magia elemental.

O sea, puedes ser un mago espacio-temporal.

Y tiempo-espacial? xD Pero tu no te habias hecho uno ya? El que teletransporto la bomba aquella de la furcia... Dafuk...

Os recuerdo que temporal necesita un severo rework por lo mierdenta que es xD. Y no, actualmente uno no puede tener 2 ramas de hechicería a la vez.

Encontré una pagina OP para

Spoiler:

y para los que no sepan que imagen ponerse/pj hacerse. Si sabes usarla cunde. Si no, tambien.

http://www.heromachine.com/heromachine-3-lab/

si alex todavía no me ha dibujado mi hombre lagarto espadachín... me quedo con este tipo.

Es que al lagarto, pongas como le pongas, un bigote le va a quedar mal tio ... XD

PD: me gusta la imagen.

En cuanto pueda por cierto, subo las nuevas habilidades (Hombres lagarto y Aceros)

Pos yo tenía pensado hacerme un tirador. Con un trasfondo de cazador de bestias
por encargo, dicho a grosso modo



Sería un poco menos chino, y llevaría una ballesta como arma principal. El halcón no tiene mucho k ver pero supongo que tendrá trato con animales, equitación... cosas relacionadas

Vince Blaidd

- Vince es un humano de edad media, muy tradicional y un superviviente nato. Vivió y nació en un pueblo que pertenece a un clan humano llamado “ Vennatores”; dicho clan es un férrido enemigo de los vampiros. Su relación, obviamente, es de odio a muerte. Estos humanos, entre otras cosas, como la caza, la pesca…, se dedican a perseguirá los vampiros relacionados con aquel conflicto que originó esta guerra entre los dos clanes……y no pararán hasta verlos a todos muerto.
Desde tiempos inmemoriables, los mayores del clan educaban a los pequeños que nacían con la sangre de los Vennatores; les transmitían los valores que ellos creían correctos, enseñanzas populares… pero sobre todo, les enseñaban como fusionarse con la naturaleza, y aprovechar los recursos que esta les atribuía a través de la caza. En eso, sobre todo, se basaba la filosofía del clan. La caza.
Vince trabajó muy duro para que Ildur il banch, uno de los ballesteros más habilidosos del clan lo aceptara como discípulo, tuvo que aguantar críticas y numerosos reprimendas antes de que éste lo nombrara como su dicípulo. Además de Vince convertirse en un gran tirador con el paso del tiempo, Ildur le enseño las artes del veneno, le transmitió como aprovechar hasta la última gota de sangre se tu cuerpo para fabricar un mortífero veneno.
En uno de sus numerosos viajes a la ciudad para buscar medicinas, Vince se topó en la cola de la clínica con una bella joven, de cabellos de color negro profundo y con unos ojos verdes hipnotizantes .Se llamaba Aldana. Hablaron, se conocieron, se rieron y se enamoraron. Vince utilizaba la excusa de ir a la ciudad a por medicinas, para verse a escondidas de vez en cuando. Eran jóvenes... Hasta que un día descubrió que esa chica no era sino una vampira, a la que su clan perseguía. Cuando supo esto, fue corriendo a por ella. Lo primero que vio al llegar fue a tres hombres que pertenecían a su clan tratando de atacar a Aldana, Vince la defendió, y acabó con sus compañeros, más bien dicho con sus antiguos compañeros, porque lo que había hecho , le convirtió en un traidor. Había defendido a una vampira.
Se había convertido en un traidor y no podía volver. Aldana y Vince querían permanecer juntos pero eso ya no dependía de ellos, Vince, a duras penas, decidió macharse para no peligrar aún más su vida y la de su amada, pero se fue con la promesa de que algún día volverían a verse y que entonces, nada ni nadie podría separarlos.
De eso hace ya unos años. Vince se había convertido en un cazador de bestias, y a veces, - en ocasiones especiales, en cazarrecompensas-. Trabajaba con sus dos ayudantes y lo único que les importaba era permanecer con vida en aquel mundo lleno de conflictos, que escapaban de su entendimiento. A Vince aún le quedaba la esperanza del reencuentro, pero sabía que todavía le quedaban muchas aventuras que vivir antes de llegar a alcanzar esa felicidad plena que tanto ansiaba.

Vagaba por las minas como si se tratara de su casa. De hecho, muchas veces solía quedarse a dormir en los pequeños barracones con los compañeros guardias que custodiaban el lugar, considerado sagrado por los albiones. No había mineros en sí; la aldea de Ruo, situada en el risco más alto de la montaña Albán, entraba en las minas, consideradas sagradas, una vez cada equinoccio y cada solsticio (después del Ritual), y recogía el material que hiciera falta, hasta el siguiente día del Sol.

Esta labor era llevada a cabo por los mismos herreros del pueblo, elegidos por el Maestre del Hierro, que adoptaba como alumnos a aquellos que mostraran una aptitud predilecta desde mozos para el arte de la prospección y el trabajo del metal.

Caminando a solas por los túneles, el olor, frío y húmedo de las cavernas, le llenaba de recuerdos. Enseguida le volvió a la mente su primer y último solsticio, antes de que tras su Comunión con la tierra, pasara a entrenarse para entrar en el Círculo, dada su afinidad con la magia de Berunt (nombre Albión de Turdalor, dios de la tierra).

“Es una pena que la Matriarca Aleva te haya solicitado para su asociación de brujería personal” reía el Maestre. “Tienes aptitudes, Falkere, hijo de Ionu. Nunca dejes escapar la oportunidad de trabajar otra vez en esto, estoy seguro de que conseguirás grandes piezas.”

“Menudo consejo”, se dijo para sí en alto Falk. Ahora ya era demasiado tarde, había entrado en el Círculo, y a sus 18 años las responsabilidades para con las aldeas era grande.
Ese mismo día, habían enterrado al Maestre del Hierro.
Falk se quedó allí, con el Círculo, después de haberse ido todo el mundo para realizar el paso final. Ante él apareció el Eco del Maestre, su primer contacto con la habilidad que lo hacía apto para su grupo; Médium.

Y sus palabras resonaron en su cabeza, y su Espíritu se calmó.

Y el Maestre rió, y con su etérea sonrisa, se fue.
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*Felices 24 ,Falk ... *

"Progresas rápido Redoran. Me recuerdas a tu madre Ionu." Mucha gente lo comparaba con su madre, ya no le causaba ningún efecto, ni siquiera viniendo de la Matriarca. "Dentro de poco, hasta podrás levantar muros de roca. Venga, vete a descansar, hoy, te lo mereces."

"Gracias, Señora. Abur."
La Matriarca Aleva representaba el Eco de la Montaña, el espíritu del Pueblo. Era una persona respetada, no por su poder como los Reyes del Este, si no por su sabiduría y experiencia. Semielfa, bastante vieja para lo que dura su raza (apenas un poco mas que un humano estandar), con algunos rasgos de lo que una vez fue belleza juvenil en su jovial cara, llena de pinturas (incisiones en la piel, en realidad) rojas, marcando unos círculos que representaban al dios de la Tierra (dos grandes circulos en la frente, como a Falk) y ramificaciones que salían de estos, formando un tapiz de tatuajes tribales simétricos.

Toda su espalda estaba llena de imágenes y símbolos similares, muchas veces tapados por pelo, largo, cuidado, aunque inevitablemente grisáceo.

"Ve."

Falk bajó del cigurat, el templo y edificio administrativo principal de Ruo, con aspecto tranquilo, aunque por dentro estaba bastante emocionado.
Al cruzar la esquina, saludó a Joe, que estaba por la ciudad, y para ser "extranjero", era un individuo simpático. Había ayudado a Falkere a conocer más sobre toda la cultura y actualidad del continente, y lo que conoció le daba malos augurios.

Pero en aquel momento no estaba para pensar en ello.

Al pasar el pequeño mercado, entró en una de las pequeñas casas de piedra de los pastores.
Dentro, le sorprendieron los labios de una chica de un par de años más que él, y lo más parecido al amor que conocía.

"¿Haces esperar tanto a tus espíritus, Redoran?"

Le pasó la mano por el pelo castaño mientras se perdía en unos ojos color ámbar dignos de adoración.

"Siempre, ya lo sabes."

Las manos comenzaron a bajar, y la luna empezó a alzarse.
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Le despiertan unos ruidos.

“Tio, te lo juro, son curativas.”
-No me cuentes historias, vagabundo, estoy ocupado
“Venga, tu compañero las compró hace un momento y no parece quejarse.”

Se escuchó un sonido de caída cerca de la conversación. Un guardia del Triángulo se había tropezado bruscamente y se había puesto a hacer como que nadaba en el suelo. “Soy un pez koi, soy un pez koi” repetía, mientras miraba hacia el Vacío con los ojos prácticamente en blanco.

-¡¿Qué demonios le has dado, brujo?! ¡Prendedl-…!

El hombre de las hierbas acabó el grito de alarma con una llave al guardia, agarrando su cabeza con dos brazos y precipitando su cara hasta el suelo, no sin antes coger su bolsa de monedas.
Tras esto, toda la guardia corrió detrás de él.

-¡Baja de ahí puto babuino!

El siniestro mercader saltaba de roca en roca como si de ello dependiera o dependiese su vida.
Hasta que un virote le hirió y cayó a merced de los guardias, que enseguida lo encerraron, no sin que antes ofreciera resistencia brutal, tanto física como verbal.

“¿Dónde lo ponemos? Ya no nos quedan celdas.”
“Con el monje barbudo, el resto de celdas libres están en la aldea de abajo.”

Falk vió como arrastraban a su celda a un hombre con ropajes extravagantes que no paraba de tachar a las madres de los guardias de todo tipo de asquerosidades.
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Redstone parecía nervioso. Le quedaban pocas hierbas con las que experimentar antes de que el contacto llegara; y el plan era lo suficientemente arriesgado como para pensar que sería la última vez que fumaría algo con tranquilidad.

“Tío … llevamos esperando la señal un huevo.”

El monje abrió los ojos un momento y habló.

“Ahora.”

Se escuchó una explosión y el reflejo del fuego iluminó las celdas a través de los agujeros del toldo que las cubría.
Un guardia entró rápidamente en las celdas y se dirigió a ellos mientras se quitaba el casco.

“Rápido, tenemos poco tiempo, hemos conseguido distraer la atención de la guardia del Este. Ahora toca correr como descosidos.”
Abrió la puerta de su celda y tiró la llave a la celda de una prisionera. “Ábrela y libera a los demás, pero hazlo lo más rápido posible. Yo me tengo que llevar a este.”

“Gracias, Joe. Pirémonos de aquí, Redstone.” Falk dio una palmada al “mercader” y empezó a correr junto a Joe. Al tiempo este se unió, mientras se sacudía el hombro y decía ”Menos confianzas, ¿eh?”. A él se unieron muchos prisioneros, aunque al fondo ya podían escucharse a más guardias acercándose.
A medida que avanzaban, algunos fugitivos fueron alcanzados por virotes del Triángulo, mientras Joe, Falkere y Redstone encabezaban la marcha hacia una de las entradas ocultas de las minas.

“Ya casi estamos, está tras la estatua de Vulcano.”

Pero dos guardias se habían adelantado. “Mierda.” Falk lanzó un puñetazo a la cara de uno de los vigilantes, hundiéndole una parte del hierro del casco en la cara, dejándolo fuera de combate.
Mientras tanto, Joe paraba un golpe de lanza del otro, al que Redstone sorprendió empujándolo contra la espada de la estatua de Vulcano.
Inmediatamente después, bajaron por un estrecho túnel, oculto por una baldosa que entre los tres tuvieron que levantar con bastante dificultad.

“Tened cuidado, da a parar a una caverna de la ladera, pero hay una caída considerable.”

Los tres descendieron rápidamente, no sin hacerse bastante daño al caer. Después de un momento de respiro, siguieron corriendo, bajando la ladera hasta el bosque.

Un guardia los detectó desde una torre y el grito de advertencia se pudo escuchar, hasta que el grupo consiguió adentrarse en el bosque del Valle.

“¿Ahora a dónde, Joe?”

“Ahora a Dhalion. Y no podemos parar aquí.”

“Espera … ¿Dónde está Redstone?”

El pico de oro estaba corriendo en dirección a Dhalion desde que habían empezado a hablar.

Y llevaba un ramo de hierbas estupefacientes en la mano de repente.