"Una vez escapados Falkere y Retsom de las minas, y tras contactar con la resistencia, decidieron hacer formal una reunión con el prometedor mago Quoth, y así se decidió una taberna en Dhalion, la ciudad grande más cercana, para encontrarse.
En teoría, sería un encuentro tranquilo, sin demasiados problemas. Pero a la primera de cambio, los guardias del Triángulo irrumpieron en el lugar, buscando a los fugitivos que se rumoreaba que habían llegado a la ciudad aquella misma semana. En fila, fueron todos colocados, y Falkere fue reconocido por uno de los guardias. En ese momento, todo se tornó caótico; Falk intenta escapar, esquivando a los guardias, mientras Quoth y Retsom golpean a los guardias de la entrada y consiguen una vía de escape. Una sospechosa pareja de un niño y un hombre bastante corpulento, parecían nerviosos, buscando otra salida por la trasera de la taberna.
Tras romper la ventana y caer, Falkere comenzó a correr por las callejas de la ciudad, seguido por varios guardias. Pronto lo reconocieron sus compañeros de viaje, y lo siguieron a él y a los guardias.
Mientras, Falkere tropezó con el niño de la taberna. Enseguida lo agarró y continuó corriendo, hasta que se dio cuenta de que su robusto compañero también estaba con ellos. "Somos tres contra tres" le sugirió el niño, cuando pararon.
Tres guardias se habían parado con ellos y les habían pedido que tiraran las armas, cosa que no ocurrió. En su lugar, el niño le hizo una llave a uno de los guardias más cercanos, dejándolo inmobilizado. El monje lanzó un proyectil a otro de los guardias a distancia, haciéndolo retroceder, momento que aprovecharon Retsom y Quoth para acabar con él, mientras el guardaespaldas del niño acababa con el guardia inmobilizado atravesándole la jeta.
Al poco tiempo, dejaron inconsciente al último, justo a tiempo para recoger los cadáveres y esconderlos con la gravilla del monje adepto; que los llevó por callejas que les permitirían interrogar al guardia inconsciente y presentarse formalmente.
El niño elfo de unos 12 años se llamaba Kenzash, y su acompañante, en teoría su tío, respondía al nombre de Glover.
El espabilado chaval comenzó a hacer preguntas al guardia. Perseguían al monje, y en teoría a sus acompañantes, por pertenecer a la resistencia contra el Triángulo, aunque Retsom negaría que él y Quoth así lo hicieran.
Tras sacar algunos temas en claro, se libraron del guardia, y el monje y el comerciante se acordaron de un colega que llevaba una posada en una calle alejada, el veterano Joe. Los acogieron sin mayor problema, y los primeros días pudieron quedarse gratis allí, y donde Retsom el comerciante pudo retomar las capacidades curativas de sus esotéricas hierbas, junto con un vaso de hidroalcohol, esto es, agua con coñac; al mismo tiempo que intentaba colárselo al vaso de leche del joven Kenzash.
En un momento dado, decidieron cambiar su atuendo para dejar menos sospechas. En la tienda de ropa, tras comprar sus respectivos atuendos, Retsom se fijó en un sombrero muy extravagante, que en teoría había sido encargado por alguien importante, y que no pudo conseguir pese a sus intentos de regateo. Eso sí, se informó de cuándo aparecería el hombre que lo había encargado.
Al salir, también comenzaron a darse cuenta de que la presencia de guardias había aumentado, y Joe les mencionó que el jefe de la guardia, perteneciente como no al Triángulo, se responsabilizaba de la operación, en persona, contra la resistencia. Aunque la prioridad era descansar un poco.
Al día siguiente, se acercaron a la tienda a esperar al hombre que había encargado el sombrero. Cuando lo vieron entrar en la tienda en la que se encontraban, le seguían varios guardias con armaduras y alabardas del Triángulo, estando el hombre del encargo suficientemente tapado para que no lo reconocieran.
Tras un intento de robo frustrado por parte de Falkere y Retsom del sombrero, el mismo monje se dedicó a seguir al sujeto junto con Kenzash para ver lo que tramaba. En primer lugar, salió de la biblioteca con unos libros sobre cartas de navegación en el mar del olvido (lo poco que habían descubierto sobre él), y posteriormente entró en un edificio de investigación del Triángulo.
Planearon la eliminación de algunos guardias para disfrazarse como ellos y poder entrar en el edificio. En primer lugar, entraron en la bodega, donde acabaron con dos guardias de la misma sala.
Tras esto, descubrieron la existencia de un compartimento en la bodega con un vino de la Primera Era; que desgraciadamente Kenzash hizo caer al suelo. Aunque al probarlo, estaba delicioso, aun con escaso valor material en su estado: roto en el suelo.
Tras escuchar unos ruidos acercándose, subieron las escaleras, y tras desactivar algunas trampas, abrieron una puerta a una sala, donde se encontraba el mismo sujeto al que seguían, que lanzó lo que parecía el sombrero con unas cuchillas afiladas a los lados, y que consiguió acertar a Retsom suficientes veces como para dejarlo casi incapacitado en el suelo, aun intentando desviar el sombrero. Tras ciertos movimientos, el grupo que había conseguido entrar en la sala se encargó de acabar con el individuo, recogiendo sus libros y notas sobre el proyecto que estaban llevando a cabo: la construcción de algún tipo de aparato para viajar por el mar del olvido, y un cañón jodidamente grande."
- Odio escribir en tercera persona, Quoth. Creo que la próxima vez te lo dejaré a ti.