Siento no haberla podido escribir como yo quería, pero se me hizo muy tarde, además de ponerme a terminarla en clase de Filosofía. Espero que no os importe. Son una serie de rasgos generales, que espero perfilar hoy al mediodía:
'lo acabo en casa, aún queda un poco'
3º CrónicaCapítulo 1: Cuentan los más ancianos...Cuentan los más ancianos que esta historia comenzó donde los mares se convierten en montañas, en las frías tierras del noroeste de Faerûn. En una ciudad situada en medio de un lago vivía el elfo Rayven, del cual se cantan sus habilidades y maravillas en otras canciones, junto con los hermanos Connors, Uno capaz de enamorar con una estocada y otro capaz de proezas mágicas sin ningún don natural...
El callejón despuntaba con el sol del mediodía. Fergus se impacientaba, agitando con furia su contundente cachaba. Ackley se recostaba en la pared, a la espera de sus odiados contrincantes.
-Oh, me encanta que seáis tan puntuales, caballeros, parecéis damiselas impacientes por obtener un pedacito de mi atención-Dijo Brett, surgiendo de el otro extremo del callejón.
En una mano llevaba un palo corto de madera, y en la otra otro ligeramente más grueso, seleccionados para la ocasión.
A su lado apareció su hermano pequeño, Ronan, el cual, silencioso, portaba una honda de cuero que le habían regalado y con la que demostraba tanta pericia.
Fergus sonrió, al mismo tiempo que Acley se armaba con otro palo, preparándose para el combate.
La primera piedra voló certera, sentenciando el comienzo del encuentro. Impactó en uno de los hombros del colosal Fergus, el cual respondió con un potente rugido abalanzándose sobre Brett. Éste, temiéndose un golpe de su adversario paró el golpe con una de sus armas, y clavó la otra en su riñón.
Ackley, por su parte, mucho más ágil, pilló a Brett desprevenido, propinándole un potente golpe en la cabeza.
La sangre que brotaba se confundía entre su melena pelirroja, encendida por la furia del combate.
Ackley lanzó otro golpe rápidamente, pero fue aturdido por un proyectil de Ronan que impactó en su frente, cayendo aturdido en el suelo.
Mientras Fergus alzaba de nuevo su cachaba, Brett se hechó para atrás con parsimonia, golpeando débilmente en uno de sus bravos, momento que aprovechó para desarmarle con una ingeniosa y certera estocada.
-¡Corre Fergus, y llevate a ese alfeñique que tienes por hermano!- Se giró con aire desafiante y dijo, con una sonrisa:
-¿Sabes Ronan? Esta victoria merece un trago.
-A mi no me gusta la cerveza, Brett...
-¡Eres una niña! ¡Los tés son para mujeres!
-¡Pues a mi me gusta!
Brett sonrió y dijo- Bueno, tengo que darte algo de razón... Para entrar en una falda hay que arrastrarse...
-Eres un grosero.
-Jajaja! Si, desde luego!.
Ese día Ronan cumplía 8 años, y su hermano al cabo de un més cumpliría 14.
2º Capítulo: Conversaciones en el mercadoEn la calle de las auroras, un niño elfo jugaba tranquilamente desde las escaleras del mercado. Usando huesos de ciruela como canicas perfeccionaba una técnica casi perfecta que le convertía en uno de los mejores jugadores del barrio.
-¡Hola Rayven!- Dijo Ronan- ¡Hemos ganado a los Glocester! Lucharon como...
-Nenas, como siempre. ¡Tendrías que haberlo visto!
Rayven sonrió y se enfrascó de nuevo en su juego, y sin levantar la cabeza dijo:
-¿A que no sabéis lo que tengo?
Brett puso cara de pensativo y al cabo de un rato contestó:
-Seguro que te has camelado a una de esas elfitas que trabaja en la frutería de Madame Lully, ¿verdad?
-No! Mejor aún!- Afirmó Rayven, mientras una de las ciruelas trazaba una perfecta trayectoria al hoyo.
-¡Si hay algo mejor que una buena chica que me lleven los siete ríos!-Dijo Brett, más para sus adentros que para Rayven.
-Al fin tengo un arco- Dijo, orgulloso.
-¡Felicidades Rayven!-Dijo Ronan, con una sonrisa de orgullo por ser amigo suyo- Ya eres un auténtico elfo, entonces, ¿no? ¿Me dejarás probarlo?
-El arco es sólo una excusa para no partirle la cara a alguien frente a frente- Sentenció Brett.
-Ah... Cuanto podias aprender de la sabiduría de los elfos- Dijo Rayven, resignado.
-Y tu a tolerar el alcohol, no? - Dijo Brett, estallando en una risa molesta y subida de tono.
-No Deberías beberlo, hermano, luego apestas!
-¿Queréis probarlo o no?
Y toda la tarde del mercado, hasta que se hizo noche, trascurrió entre campeonatos y pruebas, a ver quien era el mejor tirador.
3º Capítulo: Firmado y RubricadoDesde tiempos inmemoriables las familias Connors y Gloucester, dos casas nobiliarias menores de Ylora, fueron eternas rivales, tan eternas que no se recuerda por qué.
El callejón de los retos era el lugar donde los futuros líderes de las casas acrecentaban su odio y entrenaban contra sus enemigos.
Lord Liam era un importante cargo del ejército, cercano al rey Maximillian, mientras que el jefe de la casa Gloucester, Lord Clober se encargaba de gestionar el comercio de la ciudad, pricnipalmente de las tasas establecidas a los enanos por el paso a través del lago Lomond, que comunicaba Ygmmir con el puerto de Ipsen por vía marítima.
Fue durante el quinto mes del año, cuando se deshiela el lago por cumpleto, cuando el rey murió, por una estocada mortal. La espada dejada en la escena pertenecía a Lord Liam, y la casa de Gloucester no tuvo dificultades para canalizar la ira de las casas más grandes sobre los Connors. Lord Liam fue sentenciado a muerte, junto con sus familiares más cercanos para acabar con una posible descendencia manchada con sangre real. Por aquel entonces Brett tenía 19 años, y Ronan 13. Lord Liam fue capturado intentando huir de la ciudad junto con su mujer.
Ronan y sobre todo Brett estaban desolados, porque sus padres no les intentaron ayudar a huir. Consiguieron salír de Ylora en una barcaza enana en la cual Rayven consiguió entroducirles.
Corriendo por las calles del puerto, los hermanos intentaban equipararse al paso liviano y certero de Rayven, el cual se movía con decisión por entre las calles.
Una pequeña chalupa con el símoblo enano del Reino de Yggmir les esperaba, en un embarcadero improvisado de los arrabales.
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-No comprendo cómo pudieron hacerle eso a padre...
-Es política, Brett.
-ESO NO ES POLÍTICA! ESO ES UN ASESINATO!
-Intenta dormir, amigo mío es necesario relajarse...
Brett cayó a los pocos minutos en un largo sueño, durante el cual Rayven y Ronan comenzaron a hablar.
-Perdona a mi hermano, Ray... Es una situación muy extraña para nosotros
-No te preocupes Ronan... Ya sabes como es. Me alegro que puedas asimilar la situación.
-Padre era poco más que un borracho que trasnochaba con mujeres indecorosas, menospreciaba a los demás y mentía constantemente. No me extrañaría que quisiera acabar con el rey, pero desde luego no dejaría esas huellas, y no incluiría su muerte en el plan.
Rayven sonrió y dijo:
-¿Cómo sabes que está muerto?
Con los ojos perdidos en el murmullo de la estela y el barco, Ronan pensó en voz alta.
-Espero que lo esté.
Brett hacía rato que estaba despierto.
4º Capítulo: Dicen que el Gnomo...Dicen que "El Gnomo gentil" se encontraba a unas 70 millas de Ipsen, y a unas 30 del puesto de la armada, pero si tenéis la ocasión de pasar por ahí es posible que no hayéis nada.
Sin duda fue una de...
-Sin duda es una de las mejores tabernas de la ruta entre Ipsen e Iggmyr- Afirmó Rayven para romper el silencio.- Belaqua nació gracias a esa taberna, y de hecho me atrevería a decir que el alcalde vive ahí más que en su casa.
Era una taberna desvencijada, de color rojizo de los grandes bosques que salpicaban el camino a lo largo del río.
Amarraron la triste embarcación en el embarcadero y entraron en la taberna, entre el bullicio de los borrachos, los gritos de los exaltados y las risas de los jugadores y bebedores.
En la barra servía bebidas Marglow, un semiorco con cara de pocos amigos, y en la cocina estaba Skrady, una cocinera enana famosa en el lugar por su estofado de jabalí con algas.
Brett se acercó a la barra, y apoyando el brazo en ella le gritó al camarero:
-Una cerveza, cabellero!
Rayven, inmediatamente aclaró:
-Que sean, dos, invito yo!
-Entonces que sean cuatro!
La barra estalló la risa de desconocidos,y las cuatro jarras de cerveza volaron, como volaron las de noches venideras, olvidando para poder beber con una sonrisa.
La estancia en el Gnomo gentil se extendió más de lo esperado, más exactamente hasta que se quedaron sin dinero.
Rayven llegó a un acuerdo con Skardy para suministrarle carne de los bosques a cambio de alguna moneda, mientras que Brett se dedicaba a trabajar en la barra y a apostar su dinero en concursos de " a ver quien aguanta más licor de hada", mientras Ronan se dedicaba a ver el futuro en la palma de la mano de los borrachos, leer el porvenir en el cafés por las mañanas y a dictar premodiciones con huesos de pollo, las cuales, misteriosamente, cobraron fama en la taberna, por una serie de irrelevantes coincidencias y malas interpretaciones de sus vaticinios ambiguos.
Así pasaron los días, los meses y algún que otro año, con amores en el pajar, pequeños problemas del día a día, un incendio en el pajar por un marido despechado, una plaga de tortugas con la consiguiente oferta de sopa de tortuga, guiso de tortuga, tortuga a la remanguillé y tortuga en salsa verde, pasaron los viajeros, y algunos se quedaron,Belaqua creció sólo para empequeñecer por el capricho de un noble y de como Malrow fracasó en su proyecto de montar una casa de visitas.
Fueron tiempos dorados, sin duda, tiempos que siempre se guardó en el corazón de los héroes.
5º Capítulo: Señoras y señores...Hacía un par de días que el "Popof Circus" había llegado al pueblo, maravillando a sus habitantes con sus dramáticas obras, sus satíricas actuaciones y las magníficas perotatas del Maestro Quigley, el jefe de todo el elenco de actores, capaces de, como mucho, sorprender a alguien de un lugar tan pequeño como Belaqua.
Rayven, harto de trabajar en el Gnomo y de Belaqua convenció a Ronan para unirse al reducido carromato de actores y buscar fortuna en otros lugares. Sólo Brett se resistió a ello, pero se dejó influenciar por su hermano, y dejando atrás la vida en la taberna a orillas del río Lomond partieron con el "Popof circus" en busca de aventuras.
-Señoras y señores... Con todos ustedes... la 3º parte de la del Dramaturgo Anestis Famichi: El amor de un Ruiseñor!!
Una oleada de aplausos inundaron el pueblo de la costa de la espada, a medio camino entre Neverwinter e Ipsen, llamado Ratik.
Desde un pequeño balcón asomó Ronan la cabeza, maquillado y con una peluca, y con una voz aguda y una pésima actuación comenzó a recitar, de una forma horrorosa:
-Oh, lunas, oh soles que ilumináis las noches más brillantes de mi hastío! Quien pudiera amarle, ¡Quien!
Un sencillo mecanismo por muelles accionó un pájaro mal pintado que se accionó chirriando, mientras las gentes de Ratik se reían de la actuación.
-Oh, ruiseñor! Quien te tuviera para siempre! Quien te amase para las eternidades! ¿Quien podría, más sólo la muerte? Dispara presto, cazador, pues quiero sentir en mi regazo la libertad de sus alas y las verdades de su pico!
Rayven apareció en escena, y con su viejo arco ensartó por enésima vez aquel petirrojo mal dibujado.
-Ahí tenéis mi reina. La muerte os guardará de su amor imposible.
-Gracias arquero, gracias desde mi corazón más oscuro que te pide ejecutar el más terrible de los hechizos!
-Trabajo mío es el de repartir lo justo entre los justos.
-Y por ello te recompenso, valiente joven!
Ronan dejó escapar una bolsa de cuero llena hasta los topes que Rayven abre lentamente.
-¡Son piedras mi majestad!
-Sélo y conózcolo mi leal súbdito. ¿Acaso no os alimentáis de eso los sucios plebeyos?
El pueblo de Ratik arrancó en una obación de júbilo ante el esperado término de la obra.
Ronan salió enfadado de su dichoso balcón, y Brett estaba abajo, comenzando a arrancar de su posición el sistema que lo sujetaba.
-Os veo radiante esta tarde Lady anna...
-Que te follen, Brett.
-Oh, perdona!
Rayven se sentó en la parte de atrás del escenario. Resopló y dijo:
-Como Quigley no haya conseguido suficiente reacuda...
-Lo siento chicos, no hay suficiente recaudación! Esperabamos sobre unas 200 monedas, pero por el soborno que tuve que hacer al guardia para poder instalarnos aquí, así que el sueldo se reduce a...
-Si, 10 monedas para cada uno.
-Oh, una nueva aptitud sortílega! Puedes leer la mente de los demás! Con ello podríamos sacar unas 50 monedas más!
Brett se levantó y con un tono amenazador agarró a Quigley:
-Mira, maldito tramposo, o nos das lo que nos corresponde o nos vamos.
-Tranquilo Brett...- Dijo Rayven, mientras afilaba una daga de plástico
y con esa funesta frase fue como el "popof circus" salió de sus vidas y los héroes comenzaron a vagar sin rumbo... de nuevo.